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martes, 16 de abril de 2013

--- Erkavika


Su ubicación exacta se desconoce aunque muchos historiadores consideran que se trata del yacimiento de el Castro de Santaver , en el término municipal de Cañaveruelas.Se nos habla poco de ella y algunas fuentes nos dicen que tras cinco días de asedio y cerco a la población, tuvieron, al final que pactar con los romanos, siendo premiada por estos por su acción en el 179 a de C, que fue cuando se destruyó o se tomó la fortaleza más importante de los olcades Althia. 
La ciudad ibero-romana de Ercavica (Cañaveruelas, Cuenca) se ubica en un cerro alargado en sentido norte-sur conocido como el Castro de Santaver, que, a modo de península, se eleva sobre la margen izquierda del río Guadiela, afluente del Tajo. El cerro, a 820 m. s. n. m., ofrece una excelente posición estratégica, con un destacado control visual sobre su entorno, situándose en sus inmediaciones el tramo de la calzada que unía Segobriga y Segontia, de gran interés pues comunicaba las ambas submesetas.
La monumentalidad y entidad de los espacios y edificios públicos de Ercávica, la singularidad de sus vías porticadas, la regularidad de su entramado urbano, el conjunto de edificios residenciales, conforman la imagen de una ciudad próspera y romanizada.
     Siempre según Osuna (1997: 171 y 184), tales construcciones, que él tiene por prerromanas, «se han hecho en una zona que fue basurero y en donde han sido hallados materiales pre y protohistóricos, así como de los siglos II-I a. C., donde abundan las cerámicas pintadas, griegas, campanienses, paredes finas y en menor proporción, aretinas, así como algún epígrafe ibérico y una gran diversidad de objetos de lo más variado», materiales de amplia cronología que, con la excepción de los supuestos productos griegos, resultan semejantes a los documentados en la Campaña de 1998, en contextos nunca anteriores a mediados del siglo I a. C.
Asimismo, la existencia de áreas arqueológicas de diferentes características y naturaleza permite ofrecer una visión de conjunto de los diversos componentes de una ciudad romana al visitante. A todo ello se suma la buena conversación de los restos arquitectónicos, como algunos alzados con alturas de más de dos metros.
 
El Foro: Complejo arquitectónico monumental, que constituía la plaza pública y el centro cívico de la ciudad, integrado por los edificios propios de un municipio: la Basílica, la Curia y otras dependencias municipales. En el lado oriental de la plaza se articula el desnivel del terreno con un espléndido Criptopórtico, mientras que en su lado occidental una serie de tabernae (locales de diverso uso), flanquean el Cardo Máximo.
Urbanismo: Se han documentado diferentes tramos de calles empedradas y porticadas (cardines y decumani), que delimitan manzanas (insulae) regulares, definiendo la trama urbana ortogonal de la ciudad. Éste constituye un ejemplo privilegiado de urbanismo romano en el centro de la Península.
     La noticia de mayor antigüedad sobre Ercavica se remonta al primer cuarto del siglo II a. C., cuando la ciudad, calificada como nobilis et potens civitas, se rindió a T. Sempronio Graco el 179 a. C. (Livio 11, 50, 1). Ptolomeo (2, 6, 57), por su parte, menciona dos ciudades con ese nombre, una entre los Celtíberos y otra entre los Vascones. Con la ciudad celtibérica se han vinculado las monedas con la leyenda en alfabeto ibérico erkavika, aceptando de forma general la ubicación de esta ceca, así como de la ciudad citada por las fuentes, en el Castro de Santaver, solar de la ciudad romana del mismo nombre, asumiendo por tanto la continuidad topográfica entre ambas entidades urbanas, sin otros argumentos que el hecho de utilizar ambas el mismo topónimo.
     La escasa entidad de los materiales aparecidos en el Castro de Santaver con cronologías anteriores a la segunda mitad del siglo I a. C., unido a la existencia de un importante yacimiento con entidad urbana a pocos kilómetros aguas arriba del Guadiela, desaconseja ubicar el núcleo celtibérico en el solar donde se levanta la ciudad romana, en la que, con la excepción de algunos raros materiales pertenecientes a la Edad de Bronce o de cerámicas celtibéricas de amplia cronología, los contextos significativos más antiguos remiten a época tardorrepublicana, hacia la segunda mitad del siglo I a. C., llegando hasta época augustea temprana.
     El desarrollo urbanístico de la ciudad comenzaría en época de Augusto, cuando debió programarse su monumentalización, de modo semejante a lo identificado en otras ciudades del entorno, como Segobriga o Valeria. Con dicho programa cabría relacionar, igualmente, la construcción de la muralla. La construcción de una obra de tal envergadura podría tener que ver, tal como se ha señalado para Segobriga, con la obtención por parte de la ciudad del estatus municipal, lo que debió de producirse durante el principado de Augusto.
     Plinio (N. h. 3, 24) proporciona información sobre el estatuto jurídico de la ciudad en fecha anterior al año 12 a. C., incluyendo a Ercavicaentre los municipios del Conventus Caesaraugustanus que denomina latini veteres, esto es, municipios de derecho latino cuyo privilegio sería anterior al otorgamiento general del ius Latii en Hispania por Vespasiano. El rango municipal de la ciudad, adscrita a la tribu Galeria, es indicado por las leyendas monetales desde las emisiones de Augusto, que se sitúan a partir de los años 17-15 a. C., (11-10a. C., según otros autores). Por su parte, la presencia de magistrados municipales (IIviri) está documentada por la epigrafía desde la época de Tiberio. Con el programa de monumentalización augustea cabe relacionar, también, la organización del conjunto foral, aunque la actividad edilicia se mantendría en época julio-claudia, momento en el que se construirían las Termas de la ciudad. La pujanza de Ercavica durante este período queda puesta de manifiesto por la numismática, ya que el municipio ercavicense fue centro emisor de moneda durante los reinados de Augusto, Tiberio y Calígula.
Tampoco deben considerarse las monedas de cecas ibéricas y celtibéricas recuperadas en el Castro de Santaver en número reducido (Gomis, 1995: 101 s.) como un argumento sobre la antigüedad de la ciudad, pudiendo ser interpretadas como una muestra de la circulación residual existente en la zona en la segunda mitad del siglo I a. C., similar a lo identificado en otras ciudades de la zona, como Segobriga (Almagro-Gorbea y Abascal, 1999: 

     Osuna (1993: 19 y 1997: 170 s.) se refiere, asimismo, a la existencia de una necrópolis, actualmente bajo las aguas del pantano de Buendía aunque su localización exacta sea desconocida, en la que en 1992 se recuperó un lote de cerámicas griegas pertenecientes a talleres del siglo V a. C. como Saint Valentin, Fat boy o áticas de barniz negro. La falta de materiales de cronología similar en el Castro de Santaver, así como el fuerte desnivel y la distancia existente entre éste y la zona donde al parecer se localizaría la necrópolis, desaconseja la vinculación entre ambos yacimientos, frente a lo sugerido por Osuna, para quien se trata de «la necrópolis de la Ercávica prerromana». Tampoco parecen aceptables otras propuestas (Burillo, 1998: 221 s.) que consideran la posibilidad de que dicha necrópolis pudiera depender de otro núcleo prerromano próximo, interpretado como la Ercavica indígena, dada la excesiva distancia, como se verá a continuación, existente entre ambos.
     La existencia de un importante yacimiento prerromano con entidad urbana a sólo 6 km. aguas arriba del Guadiela, en el término municipal de Alcocer (Guadalajara) ya había sido advertida en diferentes ocasiones (Bendala et alii, 1987: 132; Fuentes, 1993: 173 s.; Burillo, 1998: 232). El lugar, conocido como La Muela (Alcocer, Guadalajara), se localiza en la margen derecha del río, ocupando una extensa península amesetada, de superficie prácticamente llana, ligeramente basculada hacia el sureste, con una superficie de unas 37 ha. Presenta marcados desniveles hacia el río, situado al sur, destacando apenas del terreno hacia el norte (figs. 1 y 2). Su proximidad a la Ercavica romana, en la margen contraria, permite sugerir su identificación con la ciudad indígena epónima.
  Tal ubicación responde a lo que Burillo (1998: 258 ss.) ha denominado «ciudades de llano», en las que las cualidades defensivas del terreno no priman al elegir el emplazamiento. Dichas ciudades surgen en el Valle Medio del Ebro con posterioridad a las Guerras Celtibéricas, teniendo como ejemplos de las mismas, la Bilbilis celtibérica, en Valdeherrera
 Referencias a la ciudad:
-Las fuentes antiguas:
La noticia más antigua conocida sobre la ciudad de Ercavica la proporciona Tito Livio, en relación con la conquista romana del siglo II a. C., al referirse a la campaña de Tiberio Sempronio Graco en el 179 a. C., indicando que éste se dirigió a Ercavica, nobilis et potens ciuitas, que tras cinco días de resistencia se rindió los romanos, temiendo lo sucedido a otros pueblos vecinos. No obstante, tras la retirada de las tropas romanas, los de Ercavica se sublevaron, siendo finalmente derrotados por Graco en una gran batalla librada contra las ciudades celtibéricas, cerca del Mons Chaunus.
Las restantes noticias de las fuentes literarias se refieren ya a la ciudad romana, señalando Plinio su adscripción jurídica al Conuentus Caesaraugustano, y apuntando Ptolomeo la existencia de dos ciudades de nombre Ercavica, una entre los Celtíberos y otra entre los Vascones.

-La numismática: Se conocen sólo unas treinta monedas, sin procedencia, con la leyenda en alfabeto ibérico erkavika, pero sus características metrológicas y estilísticas lleva a reconocerla como ceca celtibérica. Se acepta la existencia de dos emisiones monetales en bronce, habiendo diferencias entre los autores en su atribución cronológica, ya que unos sitúan estas emisiones en la segunda mitad del siglo II a. C. y otros las llevan a mediados del siglo I a. C. Las monedas de cecas ibéricas y celtibéricas recuperadas en el Castro de Santaver, en número reducido, no ofrecen un argumento contundente sobre la antigüedad de la ciudad, ya que pueden ser interpretadas como una muestra de la circulación residual existente en la zona, en la segunda mitad del siglo I a. C., similar a lo identificado en otras ciudades próximas, como Segobriga.
No obstante, sí parece aceptada la identificación de la ciudad, citada por Livio, con la ceca celtibérica de erkavika, pero no tanto su localización, ya que aunque se suele considerar como más probable su reducción al Castro de Santaver, otros autores creen que la ciudad debe buscarse en la margen derecha del Ebro, identificando la población vascona, mencionada por Ptolomeo, con la citada por Livio y con la ceca indígena.